Conseguí levantarme dignamente, con sangre en una rodilla y un boquete en las medias, y sin mayores consecuencias.
Ya en el Banco me curé la herida y me puse unas medias de repuesto. Casi todas las mujeres trabajadoras tenemos algún par extra en los cajones de nuestras mesas. Es una prenda tan frágil que no podemos arriesgarnos a pasar la jornada como si fuéramos Pippi Calzaslargas, con enganchones y agujeros.
Helechos, pinos, musgo... |
Lluvia, hojas en el suelo y el color amarillo invadiendo las calles y los bosques. Este es el verdadero otoño, no el cronológico del 21
de septiembre, que este año se presentó cuando aún llevábamos vestidos de tirantes, disfrutábamos de las piscinas y tomábamos helado y gazpacho.
Amanita muscaria. La seta tóxica de los cuentos de enanitos. |
Desde mi ventanilla veo a lo lejos los colores otoñales en el cercano bulevar: acacias, plátanos, arces y el precioso ginkgo, árbol milenario de origen chino, con unas hojas doradas que iluminan cualquier jardín que lo albergue.
¿Quien dijo que el otoño es deprimente? Es un desbordamiento de colores con todos los matices cálidos que podamos imaginar.
Cerezo |
Cerezos, higuera y arco iris |
Nubes resbalonas |
Este fin de semana, finalizada ya mi excursión bajo la llovizna, caliente y rodeada de una tranquila y temprana noche de noviembre, organizaba estas imágenes que son puro color a pesar de las nubes que envolvían el paisaje, y que comparto con vosotros.
Castaños |
¡Bienvenido otoño! El urbano que veo a retazos desde mi ventanilla y el campestre que disfruto en mis salidas de fin de semana.
No se por qué el otoño es una estación tan vilipendiada. Me encanta el variado colorido y esa lluvia tan necesaria que revitaliza los campos.
ResponderEliminarMe gustan todas las estaciones en lo que valen.
Abrazos.
También a mí me gusta el otoño. No podría dar una razón concreta pero así es. Hay que reconocer que tiene un encanto especial para mucha gente. Estoy seguro que en muchos casos está en el propio ser de cada persona. De hecho la música y la poesía relacionada con dicha estación, tienen un encanto especial. Muchas personas hemos entrado ya en esa época de la vida que con un poco de suerte, tampoco es tan mala, aunque en algunas ocasiones ... Los largos sollozos de los violines de otoño, hieren mi corazón con una languidez monótona. Halaaa.
ResponderEliminarVaya, me gusta que haya muchos aficionados al otoño, como yo. Espero no sentirme muy herida por los sollozos de los violines de otoño. La frase me encanta. Un abrazo a los dos.
ResponderEliminarQué razón tienes. El otoño no puede tener más colores. Yo los disfruto donde vivo todos los años. Gracias por abrir esta ventanilla en el blog. Unas fotos preciosas, por cierto. Abrazos.
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