Procrastinando.

El otro día apareció Narciso, el florista, por la sucursal, y me vino a la cabeza la palabra. Es rara, exótica, inusual. En fin, que he titulado así mi entrada de hoy solamente para fardar. Porque, más sencillamente, podría haber escrito: postergando, demorando o vagueando. Que es lo que hace Narciso constantemente aunque no es consciente de este defecto que los demás sí percibimos.

Procrastinar viene del latín:
Pro: A favor de
Crastinación- de crastinare, día después, mañana

Narciso, buena persona, que nos regala flores de Pascua en Navidad y suministra áloe  vera a mi compañero Ángel (el de la esencia de ajo), es temido por todos, salvo por el director -Augusto- siempre encastillado entre las cuatro paredes de su despacho, y que no se ocupa de las menudencias que siempre plantea el florista.

Como os decía, vino el otro día decidido a dar la matraca a Lupe -la subdirectora- que no estaba en ese momento. Así que se dirigió a la mesa de Ángel, con el que estuvo cerca de media hora, hasta que Lupe regresó.

-Lupe, qué bien que estás aquí -le dijo Narciso al verla, recogiendo su carpeta desvencijada, repleta de facturas impagadas, y poniéndose en pie- Voy a tu mesa ahora mismo.

-Veo que estabas con Ángel -constató Lupe, seria- ¿Llevas mucho rato?

-Una media hora. Estaba esperando a que me hicieras unas transferencias.

-¿No te las ha hecho Ángel?

-Pues no, estábamos charlando -contestó el florista inocentemente, mientras Ángel callaba. Ambos sin ninguna sensación de culpa.

-Pues mira -le recomendó Lupe conteniendo la ira- No puede ser que vengas de charleta con uno -y señaló a Ángel con dedo acusador- y el trabajo me lo des a mí en cuanto cruzo la puerta. Sigue aquí sentadito, que Ángel también sabe hacer transferencias y te puede cobrar los recibos. Así no te cambias de sitio, que se te puede caer tanto papel.

Ángel suele quejarse de que no da abasto, pero no sabe cortar los rollos de los clientes, muchas veces incluso los alienta. No es justo estar en agradable tertulia hablando de las propiedades curativas del ajo y del áloe vera y que el trabajo lo hagan otros. "¡Bravo por ti Lupe!", le dijimos Maripi y yo en un arranque de solidaridad femenina.

Pero yo no conseguí librarme del procrastinador (tranquilos, que ya voy llegando al meollo) Llegó a ventanilla después de que Ángel no tuviera más remedio que hacerle unas cuantas operaciones, y me entregó cinco cheques de cantidades respetables para ingresar en su anémica cuenta. Estaban fechados de mayo a septiembre, uno por mes, y firmados por una Comunidad de Propietarios a la que le hace trabajos de jardinería.

-Narciso, ¿por qué no has traído antes estos cheques? No hubieras necesitado pedir tantos anticipos a Lupe. Ya sabes que salen muy caros.

-Sí, tienes toda la razón. En la comunidad me los tienen preparados cada mes, pero estoy tan liado, no tengo tiempo de ir a la oficina del administrador, lo voy dejando...

Y así quedó la respuesta, en puntos suspensivos, como su vida, resumida en un recurrente "a ver si me organizo".

Lleva "organizándose" desde que yo le conozco. Se queja de contínuo de sus clientes morosos y no recoge a tiempo el dinero de los buenos pagadores.

Otro ejemplo de su procrastinación: unas navidades le habían contratado para decorar un comercio. Yo soy bastante tempranera para colocar en casa los motivos navideños y me suelo poner a ello en el puente de la Inmaculada. Pero, en general, las tiendas decoran antes y si contratan el servicio querrán tenerlo todo dispuesto lo antes posible. Para rentabilizar el gasto, pienso yo.

¡El 20 de diciembre se presentó el florista para instalar el abeto y colocar el muérdago, el acebo y las flores de Pascua!. Eso sí, para compensar el retraso lo retiró todo después del día de san Valentín.

En su casa nueva, porque ya se ha independizado -aunque solo sea a efectos de dormir, que las comidas las sigue haciendo con los padres- tiene, según me ha contado, cajas y cajas de objetos suyos sin abrir. La vivienda carece de cortinas, sofá, librería... Vive estilo "camping", pero con cama, eso al menos lo tiene. ¡Se mudó hace 6 años!



Narciso no está casado ni tiene novia. Me enternece, porque lo conozco desde hace años e intuyo que sería un buen padre. Sí, ya sé que no basta con chasquear los dedos para que aparezca la pareja ideal, pero hay que poner un poco de interés sobre todo si, como es el caso, te ves a ti mismo en un futuro con una familia.

                               

Lamentablemente, nuestro cliente florista ha sido procrastinador hasta en eso y el tiempo corre en su contra. Es el peligro de considerarse un Peter Pan y creer que los años pasan por los demás y no por uno mismo.