Perros de porcelana

                       

Nuevamente Kayena pone en marcha el juego de "El bloguero invisible"en esta Navidad. Yo me he apuntado con el libro "Perros de porcelana". Recuerdo que oí algún comentario acerca de él en la radio y lo leí animada por lo que decían.

Todavía no entiendo bien el porqué del título. El llamado perro de porcelana es una raza francesa de perros de caza de pelaje blanco. No recuerdo si en alguna parte del libro se establece alguna relación con la novela. Da lo mismo. 

La narración, de 2011, se basa en una oleada de suicidios que hubo en la empresa francesa "France Telecom". El autor, Marin Ledun, ha aprovechado su experiencia de ejecutivo en una multinacional para investigar diversas patologías relacionadas con la organización del trabajo.

Carole Matthieu, la protagonista, es médica en una empresa de telemárketing. Ella media entre los pacientes y la dirección. Se siente muchas veces impotente porque muchos problemas psicológicos de los empleados derivan de la propia organización de la empresa. Una empresa que también le paga a ella. Se siente atada de pies y manos.

"El problema son las dichosas reglas de trabajo que cambian cada semana. Los proyectos concebidos en pocos días, anunciados como prioridad número uno y abandonados por una simple llamada de la dirección, tres semanas más tarde, sin que nadie sepa por qué. El baile silencioso de los responsables de equipo, cada vez más jóvenes e inflexibles, trasladados a otra agencia o despedidos por la puerta trasera. La tensión constante suscitada por la difusión de los resultados de cada asalariado, las miradas de soslayo, las suspicacias, la duda permanente que corroe las relaciones entre colegas, las horas suplementarias hechas para no desestabilizar al equipo, la planificación que se modifica de manera total en función de la movilidad, de los resultados financieros y de las órdenes semanales. Las repentinas tareas para llevar a cabo en la próxima hora, cada día más numerosas y complejas y más alejadas de las propias competencias. Las consignas que evolucionan sin parar. Los anglicismos y los términos políticamente correctos que se supone estimulan al equipo sobre la base de disimular realidades tan sordas y ciegas que un simple "buenos días" provoca un sentimiento de aguda paranoia.(...) Los objetivos inalcanzables (...), las órdenes terminantes y paradójicas, la locura de las cifras, las cámaras de vigilancia, la doble escucha, el ambiente policial, la confianza perdida. El miedo y la ausencia de palabras para expresarlo.
El problema es la organización del trabajo y sus consecuencias.
Nadie lo sabe mejor que yo"

                                   

Ese es el diagnóstico "empresarial" de la doctora, tras haber asesinado a Vincent Fournier, un empleado y paciente suyo con intentos de suicidio previos y una depresión tremenda. El asesinato se narra en el primer capítulo, por lo que no he chafado la lectura al desconocido bloguero destinatario del libro.

La novela es policíaca, de denuncia social y laboral, y con toques psicológicos y psiquiátricos. Toca muchos aspectos. Todo sucede en un breve espacio de tiempo, unos cuatro días. El lector lo sabe todo desde el principio y asiste a la investigación del teniente Richard Revel como espectador privilegiado. En medio de la acción se intercalan informes médicos de la doctora y del psiquiatra al que enviaba a muchos de los empleados. Los informes son concisos, tajantes, y nos muestran en toda su crudeza la situación anímica de todos los empleados que aparecen en la novela y visitaban el consultorio de la doctora.

"El suicidio es un asunto privado y no tiene nada que ver con la empresa, la cual no gestiona ni la emoción ni los trastornos psíquicos, sino números y objetivos que alcanzar" 

Esto es lo que la doctora Carole cree que piensa la dirección de la empresa. Su visión pesimista invade toda la obra. Ella está sumida en la negrura, antes incluso del asesinato. Es tan víctima como sus pacientes.

La novela es inquietante, incluso la climatología refuerza ese ambiente opresivo. Aunque yo comparto muchos de las consideraciones laborales que expresa el autor por medio de Carole, pienso que las situaciones narradas son demasiado extremas. Aunque... recordemos que se basan en hechos reales. ¿Qué pasaba en France Telecom para que tantos empleados se suicidaran? ¿Casualidad?