domingo, 26 de enero de 2014

Sorpresa en el contenedor, sorpresa en la portería

El mes de enero está siendo agotador a nivel laboral. Las colas en ventanilla son constantes y no tengo un segundo de respiro. El otro día, a eso de las 11:00, conseguí salir a la calle para reponer fuerzas.El día era lluvioso y el sol salía a ratos sacando brillos a los charcos de las aceras.



               
     
En la cercana cafetería  no había mucha gente. Una voz me llamó desde el fondo.

-¡Eh, Zarzamora, ven, siéntate aquí!

Muchas veces me siento sola en una mesita y, entre sorbo y sorbo de café, leo capítulos del libro que tenga en ese momento entre manos. Pero también me gusta la compañía. El que me llamaba era Yoseba Rer,el barrendero del barrio

El mismo que un día del verano pasado me tenía preparadas unas cuantas rosas en su carrito, envueltas en papel de periódico, junto a los escobones. Las había cortado con cuidado de las que asomaban al otro lado de la tapia del chalet del conde de Hierbaparda, situado en una de las callecitas que tiene que barrer a diario. Un día alabé el ramo que tenía la dueña de la cafetería y a Yoseba le faltó tiempo para darme también a mí unas rosas con las que componer un bonito ramo para mi ventanilla.

El otro día, después de charlar sobre el tiempo y ponerme al día de distintas enfermedades de conocidos comunes del vecindario, me preguntó de sopetón, cuando ya en las tazas solo quedaban posos de café y en los platos, migas.

-¿A ti te gusta leer?
-Si, mucho -le respondí mientras salíamos a la calle.

Allí estaba el carrito, con sus dos cubos de basura, sus cepillos, sus bolsas, estratégicamente situado bajo un saledizo que lo protegía de la fina lluvia del momento.

-Me ha costado sacarlos del contenedor de papel. Estos estaban arriba, pero en el fondo había muchos más, y ahí ya no llegaba.

 Apartó unos papeles de periódico y descubrió su tesoro: montones de libros.

-Elige los que quieras -me animó.

Algunos ya los había leído pero ante su insistencia los cogí sin dudar para regalar a familiares lectores. Otros, me sonaban y los leeré cuando tenga un rato. 

Volví a casa con mi cargamento. "Aunque este año mi bloguero invisible no me haya enviado nada -me decía- mi barrendero visible me ha hecho un estupendo regalo en este mes de enero ya bien estrenado, frío y lluvioso"
                                
                                         
                                             Los libros rescatados del contenedor.

A los pocos días, el martes pasado, recibí otra sorpresa que habían dejado al portero de la casa en mi ausencia. El libro "As de corazones" de Bárbara Metzger, que me enviaban desde el blog: mas romance.blogspot.com Cuando ya no esperaba nada, mi amiga  bloguera me obsequiaba
con un libro romántico, que es un género que me gusta mucho y me parece estupendo para alternar con lecturas más largas o más intensas. Se disculpaba por su tardanza y deseaba que disfrutara con el libro.


                       
  
    

Dos sorpresas. ¡Gracias Yoseba! ¡Gracias amiga bloguera! Y muchos libros para leer. Que siga la lluvia y el frío. Porque no hay nada mejor que sentarse en el sofá a leer un buen libro viendo escurrir en los cristales lágrimas de lluvia. 

10 comentarios:

  1. Madre mía, la gente está loca, los libros no se tiran! precisamente hice yo una entrada similar a la tuya cuando me encontré hace muchos años un montón de libros en un contenedor y no pude sino salvarlos y llevármelos a casa, pero los míos eran muy antiguos, los tuyos están nuevos y son además de best-sellers de hace poco tiempo, es increíbl, con la de opciones que hay antes de tirarlos, los puedes donar a mil sitios.. Qué majo tu amigo barrendero, la de cosas que se encontraran trabajando. Y encima te llega el bloguero invisible en las mismas fechas, has sido afortunada, al menos en lecturas.
    Besos

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    1. Sí, la verdad es que voy acumulando lecturas. he empezado ya mi regalo de la bloguera, "As de corazones", ambientado en el siglo XIX y ya me he enganchado. Un abrazo.

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  2. No entiendo como puede alguien tirar esas novelas que el barrendero te regaló, no me cabe en la cabeza; con esas novelas y con la que tu bloguera invisible (más vale tarde que nunca) te envío ya tienes para una temporadita.
    Besos

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    1. Yo creo que es gente que reforma las casas, herederos... a los que supone mucho esfuerzo revisar las cosas de los muertos y tiran por el camino más corto: el contenedor de al lado de casa. ¡Y al menos lo echaron al de papel! Así no tienen que ir cargados a ONG o bibliotecas. Besos.

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  3. En casa hay algún libro que mi padre recogió de la basura en general libros texto.Sin embargo decía que que las novelas y libros que se habían leido, era mejor darlos o tirarlos porque ocupaban sitio y ya no se iban a mirar. Es dedir había que guardar las enciclopedias y libros de consulta, precisamente por eso. El resto eran como los periódicos, una vez leídos ya no servían.Siempre habrá quien te diga -Pues yo me le he ledído el Quijote tres veces". Bueno pues yo, entero, ninguna.

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    1. Yo sí me he leído "El quijote" entero, en versión íntegra, porque me obligaron en el Instituto. Elegí literatura como optativa en 3º y COU. No me disgustó, pero prefiero libros más actuales. Yo, al revés que tu padre, sí he tirado al contenedor libros de texto de mis hijos, con los ejercicios integrados en el libro y escritos. Ya no iban a servirle a nadie más y no puedo convertir la casa en una librería. Un abrazo.

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  4. Joseba-rrendero ha sido como el ángel de la guarda de esos libros,
    como me alegra que haya personas que todavía valoren a nuestros amigos,¡con lo que cuesta sacarlos a la luz!,pero están esos otros que los tiran.....La santa inquisición y los nazis los quemaban;la historia se repite pero con contenedores de papel.
    besos desde -abrazodelibro-

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    1. Yo no soy tan drástica. Pienso que muchas veces es cuestión de espacio (las casas son tan pequeñas...) y de tiempo (el contenedor es más rápido que buscar una organización a las que donarlos) Pero sí, es cierto que mi a migo ha sido como su ángel guardián. Un abrazo.

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  5. Enhorabuena por tantos regalos. Pero, si no te importa, sin lluvia y sin frío; mejor un cielo azul y algo de airecillo, ¿vale? Abrazos.

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    1. Yo es que prefiero pasear si hace bueno, por eso uno lluvia y lectura. Besos.

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