jueves, 10 de septiembre de 2015

B. La película sobre Bárcenas

            
El miércoles  estuve en el pre-estreno de la película B, primer largo del director David Ilundain,  Había oído hablar de Bárcenas. ¿Quién no? Pero me aburría leer los periódicos, me liaba, pasaba de largo esas páginas. La película es, ante todo, didáctica; sin juicios de valor, sin opiniones. Escenifica la declaración de Bárcenas ante el juez Ruz con diálogos -tal y como se indica en los créditos finales- transcritos literalmente del sumario.

El actor que encarna a Bárcenas, Pedro Casablanc, tiene un gran parecido con él. Manolo Solo, que interpreta al juez Ruz, no se parece tanto, pero en peluquería consiguen un flequillo que le da carácter. Ambos son los grandes protagonistas de una película rodada en algo menos de una semana en un único escenario, real, en la Audiencia Provincial de Madrid.
Bárcenas


El actor
Se estrenará el 18 de septiembre y la recomiendo a todo aquel que quiera conocer de forma un poco más amena la realidad que, leída en los periódicos, a veces resulta soporífera. Las miradas, los gestos, el timbre de voz de los actores, dan más sentido a sus palabras, y el espectador puede atisbar sus estados de ánimo.

Esta película ha sido parcialmente financiada a través de "crowdfunding" o mecenazgo. Son muchos los que han aportado su "donación", en la medida de sus posibilidades, para que esta película vea la luz. Entre ellos, mi acompañante al pre-estreno, que también tuvo la oportunidad de ver de cerca el rodaje.

En el coloquio que siguió a la proyección, tanto el director como los actores se mostraron muy asequibles, nada divos. Tanto Pedro Casablanc como Manolo Solo dominaban su papel tras haber representado la obra de teatro "Ruz-Bárcenas" durante varios meses. El director tenía claro que, sin ellos, la película no se hubiera rodado. Pero, claro, el cine tiene sus propias peculiaridades y tuvieron que adaptarse a un medio distinto.

No hay ninguna moraleja explícita en la película, pero a mi siempre me gusta enlazar cualquier acontecimiento con mis vivencias laborales, con mi ventanilla de cada día. Por ello me reafirmo en mi idea de que hay que tener mucho cuidado con las órdenes que los jefes imparten a los subordinados, en ocasiones saltándose las propias normas de conducta de la empresa. A veces, en aras de una mayor rapidez, por no saber decir que no, hacemos cosas incorrectas: en nuestro ordenador, con nuestras claves, sin contar con el oportuno visto bueno -por escrito- del jefe, tan solo con su orden verbal. Si en un futuro hay reclamaciones, inspecciones, quejas, ningún jefe moverá un dedo por el subordinado y se lavarán las manos. Tanto la presión laboral como las culpas siempre descienden en cascada hasta el de más abajo. 

2 comentarios:

  1. No me interesa demasiado esta peli. Te agradezco la información porque no tenía ni idea de que existiera, pero no creo que vaya a verla. Abrazos.

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    1. Es un poco diferente a las películas de pura evasión. A mí me resultó interesante y actual, pero hay gustos para todo y el estilo de esta es muy peculiar. Un abrazo.

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