Cuando mi compañera Glicinia acusaba a Augusto, el director, de machista y homófobo, porque le oía contar algún chiste en que aparecía la palabra "maricón", sinceramente, me parecía una exagerada y una esclava de lo políticamente correcto. Ella es de las que eliminaría el nombre de "filipinos" para las galletitas de chocolate por considerarlo denigrante, y que jamás se referirá a un negro más que como "persona de color".
El otro día descubrí que es verdaderamente machista por otros detalles.
Nos había reunido a todos en el despacho, más que nada, para oírse y sentirse importante y, en menor medida, para hablar de las vacaciones. Da igual cuando pidan los empleados las vacaciones y cómo las fragmenten, al jefe siempre, siempre, le parece que es la época más inapropiada. Entre compañeros del mismo nivel suele suceder que pensamos que "los otros" siempre han conseguido un encaje vacacional mucho más provechoso que el nuestro. En fin, que con el asunto "vacaciones" afloran nuestros peores instintos.
-Aquí tengo el cuadro de vacaciones. Las tuyas, Zarzamora, te las he denegado.
-¿Pero por qué, si Lupe, antes de coger la baja, me dijo que no había ningún problema? -pregunto angustiada, porque incluso tengo un viaje ya medio pagado. Lupe es mi jefa directa y está de baja por maternidad.
-Es sólo cuestión de que las teclees de otra manera y si tienes que ponerlas en cuatro partes y no en tres, pues lo haces.
¡Menos mal! Es una pura cuestión de forma. Tengo mis periodos vacacionales asegurados. Augusto prosigue, y se queja, que es la obligación de cualquier jefe que se precie.
-¡Hay que ver cómo queda agosto, casi todos de vacaciones! Lupe me la ha jugado, ha pedido las suyas este año en agosto, y no en julio.
Yo no entiendo nada. Lupe está de baja por maternidad. Cuando yo tuve a mis niños, tras la baja maternal me cogía seguidas las vacaciones para estar más tiempo con ellos y no dejarlos con terceras personas tan pequeñitos.
-Pero Augusto -le digo- en julio todavía tiene la baja maternal, no podría coger vacaciones, es normal que sean a continuación, en agosto. Casi todas las que hemos sido madres lo hemos hecho así siempre.
Y entonces suelta esta "perla":
-Pues yo creo que con dieciséis semanas de baja maternal es suficiente. Debería pensar más en los compañeros, en el equipo, e incorporarse en agosto.
Aquí ya me apoyaron los demás y todos dijimos que en lo que debía pensar Lupe era en su bebé. Augusto vio que no compartíamos sus ideas, pero internamente sigue opinando que Lupe no es profesional por pensar tan poco en las necesidades del Banco. Él hubiera deseado que fuera como Soraya Saénz de Santamaría, la vicepresidenta, que ni siquiera tuvo baja maternal.
Yo hay veces que me asombro de que mi jefe, adicto al trabajo, workaholic a la española, tenga una familia y unos hijos. O quizá sea por eso, quizá si estuviera más en casa su mujer ya se habría divorciado.
La de cosas que aprende uno en este blog, Zarzamorina. He tenido que mirar en la Wiki..., Workaholic. Cosas veredes ...Ciñiéndonos al tema creo que no sabéis lo que es la "soledad del mando" yo tampoco sé, pero pero me han contado que es terrible. Todo me induce a pensar que sois unos vagos, eso es lo que sois. En Japón teníais que estar. Tiene razón el jefe suplente, ¡Solo pensáis en vosotros!
ResponderEliminarMe ha gustado lo de la "soledad del mando" Quizá si nos pusiéramos en su pellejo le entenderíamos un poquito más...Es que soy muy mala.
EliminarMadre mía. ¡Estoy viendo a mi jefe reflejado en el tuyo! menuda panda de desconsiderados. yo me pedí en Navidad los 6 días que me correspondían, que por cierto con los recortes se han quedado en 3, y el tipo en cuestión llamó a mi superior directo para asegurarse de que no lo estaba engañando y que realmente no me había gastando antes ninguno de mis 6 días. Muy fuerte! pero ¿sabes lo que pienso?: que el que no se fía es porque no es de fiar. Y que si piensa eso es porque él algún día se ha ido de estrangis del trabajo sin avisar fijo.
ResponderEliminarBesos!
Eso no, ¿Mi director irse de estrangis? Pero si no se va a su hora ni el viernes...
EliminarMuy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarYo también veo a mi exjefe reflejado en D. Augusto. Qué pena, debe ser que para ascender hay que ser imbécil.
ResponderEliminarÁlvaro
Gracias por tu comentario. Es una pena que esta forma de ser esté tan extendida...
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