Lo "mejor" de la vuelta de vacaciones son los comentarios tópicos e inevitables: ¿Dónde has estado? Te habrá costado la vuelta. Otra vez a madrugar. Pues no vienes muy morenita. ¿Te quedan días? En agosto todo está muy tranquilo.
Yo también entro al trapo, lógicamente. Es una forma de iniciar una charla como otra cualquiera. Preguntas por las vacaciones o hablas del tiempo. Normalmente la clientela es breve en sus explicaciones y me cuenta más cosas si yo indago. Y es que hay veces que me interesa preguntar, por si yo alguna vez decido ir a los fiordos noruegos en crucero o a un balneario especial. No está mal tener información.
Lo que detesto, porque lo he padecido, son las sesiones de fotos. En una ocasión un cliente había estado en Nueva York y me enseñó un montón de fotos ¡en la pantalla de su móvil!. Esperaba que vinieran más clientes a los que atender para desembarazarme de él, pero no hubo suerte y me tuve que tragar todo el rollo ¡con explicaciones incluidas!
Por eso prefiero que mis compañeros no viajen a sitios exóticos. A nadie que viaje al pueblo o a Benidorm se le ocurre enseñar las fotos.
Este año mi torturadora se va de vacaciones en septiembre a otro destino lejano. Por favor, decidme que puedo hacer para evitar el visionado fotográfico.
Uf, a mí me da una pereza horrible eso de ver fotos ajenas, por muy exótico que sea el destino; por ese motivo no martirizo a nadie enseñándole las mías. Con lo bruta que soy, para librarme de algún pesado de estos le diría sencillamente que en ese momento no me apetece ver fotos, pero a saber cómo se lo tomaría...
ResponderEliminarTe entiendo. Y lo peor es que mencionen a los que aparecen en la foto por su nombre de pila ¡Cómo si tuvieras que conocerlos!
ResponderEliminarNo hay un método infalible contra los plastas, pero uno que suele funcionar es la simulación: Simula que alguien te llama por el móvil y levántate manteniendo una conversación ficticia. Si el grado de pesadez del "exhibicionista de fotos" no es enfermizo, tal vez se le pasen las ganas y se olvide de las fotos.
Pos a mí siempre m'a gustau ver afotos ajenas, excepto después de comer, porque me duermo. Pero desde niño, vamos como soy ahora, aunque un poco gracecito. Fijaisus que los libros que no tienen santos nunca m'an gustau mucho. Yeeeepaaa!!!
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