Ya sabemos que hay 365 días en el año pero hay muchos más "días de": del teatro, del abuelo, de los mares, del cáncer...
La mitad de las veces ni sabemos qué motivo de "conmemoración" hay cada día, salvo ciertas jornadas que son publicitadas a bombo y platillo y a las que mi Banco se suma con ganas.
El día de la mujer trabajadora, el día del medio ambiente, el día de la inclusión y, la semana pasada, mi empresa nos sorprendió recordándonos en la página de entrada a nuestros sistemas que era el día "contra la homofobia, transfobia y bifobia"
Ni siquiera mis compañeras, mucho más jóvenes que yo, eran conocedoras del término "bifobia". Me enteré y parece que es el odio a los bisexuales.
Normalmente cuando el Banco cuelga distintas informaciones en esa página de inicio no suele haber comentarios (los comentarios por supuesto no son libres, están debidamente moderados) Sí hay algunos dedito al alza, el símbolo de "me gusta eso tan interesante que cuentas". Sorprendentemente mi Banco no habilita deditos hacia abajo. No vaya a ser que haya demasiados y los deditos hacia arriba o hacia abajo no los controla.
El día de la nota sobre la homofobia el que la redactó decía las típicas obviedades de que el Banco, en su lucha por la igualdad y el respeto quiere evitar todo tipo de discriminación por razón de preferencias sexuales y bla, bla, bla... En fin, todo políticamente correcto, sin decir absolutamente nada novedoso, haciendo creer que en el Banco hay cierta problemática con esto.
En este caso sí había unos 20 comentarios breves de empleados "pelotas" de este tipo:
-"Orgulloso de trabajar en un Banco preocupado por la dignidad de las personas"
-"Así se hace, que nadie sea discriminado por su orientación sexual"
-"Gracias por trabajar en un Banco pionero en temas sociales"
Cualquier comentario que recibo en mi blog tiene más chicha que estas frasecitas tipo, que me hubieran parecido falsas si no fuera porque aparecía el nombre y, a veces, el apellido del compañero.
A mi banco lo que le importa es ganar dinero y vender los "productos" que toquen en cada momento. Su modo de gestión se basa en la presión y la medición constante de sus empleados con los que muchas veces es tremendamente injusto.
Pero luego, como tantas otras empresas se apunta al juego del "postureo", de ser el más reivindicativo en las causas de moda.
Mi Banco es el más feminista del mundo de cara a la galería, pero ahora mismo está haciendo una escabechina entre mujeres de 40 a 50 años si no se doblegan a un cambio de jornada continua a jornada partida. Pero sobre el papel y de cara a los medios tiene muchas medidas de "conciliación"
Mi Banco se preocupa por el medio ambiente y por ello, unilateralmente, elimina la correspondencia en papel a su clientela porque es más ecológico ver todo en el ordenador y así se evita la tala de muchos árboles. En los departamentos centrales hay grifos y ya no hay botellitas de agua envasada.
Por el contrario, muchas veces se hacen reformas costosas en sucursales que cierran a los pocos meses. O se cambia mármol bueno en los suelos por tarima plastiquera que está más a la moda. O se mantienen aparatos de aire acondicionado de hace mil años que a saber que porquerías tienen en sus entrañas. O, siguiendo la moda imperante hace tiempo, se eliminan ventanas en todas las sucursales porque se piensa que es mejor una ventilación forzada y artificial y se crean despachitos mínimos alejados de luz natural. Las cristaleras -que no ventanas- se cubren con estores que, según normativa, deben permanecer siempre bajados para que nadie vea el interior de la oficina.
Eso sí, tenemos hidrogel a manta para empleados y clientes. ¡Viva la sostenibilidad ambiental!
Mi Banco siempre pone en su publicidad institucional interna a algún negro, oriental o impedido en silla de ruedas para hacer ver que se preocupa por la inclusión. Los pone en un porcentaje muy superior al real. Llevo más de tres décadas en el Banco y solamente tuve una compañera con polio que andaba con mucha torpeza. Si a mi sucursal llegara alguien en silla de ruedas sería imposible que atendiera en mi puesto. En otros quizá sí. Pero muchas de las actividades que yo realizo: cargar el cajero, abrir y cerrar cajas fuertes, archivar, serían inviables para él. Lo que no he visto jamás es alguien feo o gordo en la publicidad del Banco. Parece que esos no necesitan inclusión.
Y por último, no puedo con estas reivindicaciones de respeto a todos los LGTB (quizá me falte alguna letra, van agregando tantas que es imposible memorizar) Y no puedo porque los empleados de Banca respetamos a todo el mundo sea como sea. Yo he tenido multitud de compañeros y no he ido preguntando por ahí con quién se acuesta, ni su religión, ni como ha sido su infancia, ni a quien vota, ni si se vacuna o no. Son temas que surgen -o no- cuando hay cierta confianza. Son asuntos personales que no influyen en la relación de trabajo. Al Banco vamos a trabajar, a relacionarnos cordialmente, a respetarnos, no a hacer amigos. Si surge la amistad, como surge en la gran mayoría de casos, pues estupendo. Se respeta al gordo, al calvo, al reivindicativo, al acomodaticio... No tiene que venir la empresa a apuntarse a un día de reivindicación como si en el Banco hubiera empleados homófobos Porque no los hay. Porque ya está bien de que esos colectivos vayan siempre de víctimas en pleno siglo XXI. Al menos en este sector.
Y no, no puedo decir que tengo amigos gays o trans, o lesbianas porque no los tengo. O sí y no me he dado cuenta de que lo son. Porque la intimidad le pertenece a cada uno y de su intimidad cuenta lo que quiere. Y si uno no cuenta cosas no necesariamente es porque vaya a sentirse discriminado, sino porque nuestros gustos, aficiones, creencias, actividades, no tienen por qué ser expuestos ante cualquiera que pase por nuestra vida. No todos somos Rociíto.
Amplío esta entrada. Cuando la escribí estábamos en el mes de mayo. Durante todo el mes de junio y hasta que se ha celebrado el famoso "día del Orgullo" hemos tenido la bandera arco iris ocupando toda la pantalla del ordenador en cuanto lo abríamos. Y se nos recordaba nuevamente todo lo que hace el Banco en la promoción de estos colectivos. Más de lo mismo, pero ya no solamente durante un día, sino durante un mes.
Pues te doy toda la razón en lo que respecta al postureo. Cuando los bancos provocaron esa crisis por de falta de solvencia, al haber haber dilapidado, perdido, malversado o robado los fondos públicos y privados; para más Inri hubo que rescatarlos... y ahora predican lo del banco cercano y amigo en el que hay que confiar a ojos ciegas, porque son superhipermegaguaysdelparaguay. Los directivos se triplican los sueldos y a los empleados los despiden de forma miserable. Los bancos se crearon para guardar y manejar los dineros ajenos para que unos cuantos se forren tras cada uno de los balances. A mi personalmente ya no me engañan.
ResponderEliminarCon respecto a los colectivos "Discriminados" y tanto llorón estoy hasta los mismisimos c....es y c....as. Como bien dices, cada uno con su vida, sus intimidades y sus gustos, en lo que respecta a cualquier aspecto de la vida es suyo, personal e intransferible y es de libre albedrío el compartirlo con quien quiera.
Lo que me toca las narices es de pronto tanto protagonismo sin venir a cuento; ni que fuéramos a revertir con tanto buenismo tanta injusticia y desigualdad establecida desde siempre por los de siempre.
Creo que la palabra clave es respeto y opino que la propaganda solo sirve para engañar al incauto.
Recibe un abrazo, una abraza y une abrace. Cuanta gilipollez.
Creo que estamos muy de acuerdo. Las empresas se apuntan a lo que está de moda, aunque tanto a sus empleados como a su clientela les de exactamente igual. Porque hay cosas mucho más importantes. Un abrazo,
EliminarLas entidades, cualquiera que sean, necesitan Clientes. Unas los llaman votantes, otras feligreses, algunas siervos etc. Da igual, cada una con sus peculiaridades, los de bancos tienen que tener una un poco especial, dinero. Su amor por ellos es proporcional a su monto. No se entiende un predicador sin parroquianos ni un banco sin clientes. Solución, hay que buscarlos. Hay que ofrecer amor a los LGTBIJKLMN …. Lo importante es que tengan lo que la entidad quiere, de la misma forma que a su vez ellos están dentro de otra que pide lo que ellos tienen o son. Así que ya está todo dicho. Cuándo se ha visto a las diversas Iglesias abriendo los brazos a quienes han denostado hasta ahora. De los Partidos políticos mejor no hablar. Los bancos en este aspecto siempre han sido más amorosos. ¡Faltaba más! Réprobo.
ResponderEliminarMira que llevo años en el Banco. Pues no deben estar tan extendidos como nos quieren hacer creer los LGTB...XXX Porque en mi vida laboral habré detectado tan solo cuatro casos entre los clientes. También puede ser que sean muy discretos. Como ya dije, nadie tiene que ir pregonando sus intimidades. Bueno, hay algo que sí pregona ahora toda mi clientela: cuándo se ha vacunado y cómo se encuentra. Parece que es la nueva forma de heroísmo social. Un abrazo querido Réprobo.
EliminarTotalmente de acuerdo contigo en todo Zarzamora. He disfrutado leyéndolo.
ResponderEliminarVoy a retomar de nuevo la lectura de tu blog...sencillo, ameno, directo, auténtico, coherente etc. etc.
Un cariñoso abrazo.
Amiga de Réprobo
Réprobo, por favor, hazme más publicidad entre tus amistades. ¡Quiero lectores así! Un abrazo a ti y a tu amiga.
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