Otra vez se acerca la Navidad. Gracias a Dios, y a pesar de las pérdidas familiares, que con la edad van siendo cada vez más, me siguen gustando estas fechas. Preparar reuniones familiares, montar Belenes, visitar los de mi ciudad...
Como no tengo hueco en mi casa, desde el año pasado monto mi Belén en el portal. A los vecinos les gusta y yo, meses antes de estas fechas, preparo cosas nuevas. Este año han sido unas casas más grandes y más elaboradas y unos cuencos con especias para el mercadito. He ampliado el espacio con otra mesita auxiliar y he empleado las últimas salidas al monte para coger elementos naturales para ambientar.
Recuerdo cuando ponía el Belén en mi sucursal. Eso sí me produce cierta nostalgia. Porque mi antigua sucursal ya no existe. Al poco de irme la trasladaron y la integraron en otra oficina cercana. Y hace unos meses, nuevamente ha cambiado de ubicación. De los clientes, a los que les gustaba tanto el nacimiento, tampoco sé nada.
Fueron muchos años de relación pero es normal el distanciamiento en una ciudad grande. Imagino que ya ni preguntarán por mí. Mi vida es otra y es imposible mantener el contacto con tanta gente que has conocido en tu vida. De mis antiguos compañeros tan solo queda uno en esa oficina trasladada dos veces. Me ignora si le pongo algún mensaje. Hace un mes pasé por allí y le saludé. Creo que se alegró de verme a pesar de lo indiferente que es a llamadas telefónicas y mensajes. Él, que es casi de mi edad, se toma el trabajo y las exigencias con filosofía y ahí sigue, aguantando, y haciendo más bien poco.
Con tantos vaivenes me parece que en mi antiguo Banco no hay mucha ilusión por celebraciones ni decoraciones navideñas. Yo viví la última etapa de ambientes laborales más familiares.
Acabo de leer lo escrito y parece redactado desde la tristeza. Y la verdad es que no es así. Llevo tres años fuera del Banco y creo que me pude ir en el momento justo para no sufrir con estas nuevas formas de entender la Banca que me hubieran sobrepasado.
Feliz Navidad a todos los que os pasáis por aquí.

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