jueves, 21 de diciembre de 2017

Atada a la prisa

No sé perder el tiempo, y me estoy dando cuenta de que es un grave defecto. Cuando uno de mis hermanos, de pequeño, mosconeaba constantemente  en casa "me aburro", pegado a las faldas de mi madre, yo no le entendía. Y mi madre, menos, por supuesto. Ella era, y es, de esas madres heroicas que dedicándose en exclusiva al cuidado de una familia numerosa han trabajado más que yo con mi doble jornada laboral y doméstica. Mi madre no sabía tampoco lo que era aburrirse.

Yo leía, pintaba y hacía manualidades en esos momentos que mi hermano -el aburrido- no sabía como llenar.

Esta afán por hacer útiles todos los momentos de mi vida me genera cierta prisa. No llego al extremo de tener una agenda para el control de mis actividades personales, pero el calendario grande de la cocina suele estar con muchas anotaciones de asuntos no rutinarios que olvidaría de no apuntarlos.

En el trabajo la rapidez es básica en mi puesto para que los clientes no tengan que esperar mucho. Pero a veces voy rápida porque el resto de compañeros me dan muchas tareas para hacer cuando "tenga un ratito" y mi afán es ir a toda velocidad para quedarme libre de clientes y poder hacer todo. El hecho de tener trabajo pendiente que se va acumulando es como el zumbido del aire acondicionado o de la nevera: parece que no molesta, pero cuando cesa se nota un gran bienestar  

Un buen paseo por el monte sí que ayuda a recuperar el sosiego

Y soy bastante tonta, porque me acelero y el resto de compañeros muchas veces dan palique innecesario a quien les interesa. Así que, mi primer propósito navideño y del nuevo año: dar más cariñito a los clientes -a los que se lo merecen- y si se tercia un poco de charla no desaprovecharla, que ellos y yo lo agradeceremos.

En el metro suelo ir leyendo, que está muy bien, pero hoy me he dado cuenta de lo relajante que es ir en el vagón observando, sin hacer nada, dejando navegar la mente por donde ella quiera. Debo reconocer que hoy ha sido por fuerza mayor: me he dejado las gafas en el trabajo y mi única opción era mirar. Sorprendentemente no todos los pasajeros estaban pendientes del teléfono. Unas señoras charlaban, otra observaba a su bebé, un caballero dormitaba, unos chavales comentaban temas de la universidad. Yo  me forzaba a relajarme y a disfrutar de ese rato de "aburrimiento". Y ha acabado siendo placentero. Segundo objetivo: perder el tiempo sin remordimientos.

A ratos hago cositas para compartir con la familia en Navidad. También es muy relajante. Pero hay que tomarlo como distracción, no como obligación.

En estas fiestas ni siquiera pienso ir de compras al centro  o a contemplar las luces. Esas calles peatonales de doble sentido para intentar organizar la masificación  no me atraen mucho. Los comercios, calurosos y atestados, me dejan un poco catatónica y sin ganas de compra. Coger el metro hacia el centro de la ciudad en estas fechas, me angustia. Otro objetivo a cumplir: evitar las masificaciones y las compras compulsivas

No quiero que la prisa me rodee, así que, poco a poco mi intención es tener nuevas rutinas más tranquilas, porque ni la vida ni el trabajo han de convertirse en una maratón. 

De ahora en adelante solo voy a correr cuando me lo mande la profesora de gimnasia. Y a mi ritmo, que una ya tiene una edad. Yo no soy como Augusto, que tiene una vértebra magullada por jugar al tenis y... caerse, claro. Si es que a su edad y con ese cuerpo, debería dedicarse tan solo a pasear, que es más sano y más seguro. Y, lo peor es que no pide la baja. Con lo bien que  estaríamos durante las Navidades sin él.


A todos los que aún tenéis un poquito de tiempo par leerme con calma (o con prisa) os deseo una muy feliz Navidad, y que con nuestros escritos sembremos Paz, Amistad y Sonrisas.

15 comentarios:

  1. No quiero decir que haya sido muy trabajador en la vida. Lo que he tenido que hacer lo he hecho lo mejor posible y lo que no, también. Pero ya disfruto del placer de no hacer nada incluso sabiendo que tengo que hacerlo. En vez de escribir esto, me hubiera gustado encontrar el icono de aplaudir, colocar cuatro o cinco manos y listo. Réprobo

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    1. Siempre son mejores unas palabritas que los iconos. Yo además tardo más en encontrarlos que en escribir.

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  2. Me alegra el que por fin empieces a entender la sabía actitud de tu hermano el eterno "aburrido"

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  3. Yo soy de las personas que planifican hasta el momento en que toca perder el tiempo. Y no me va mal. Un poco de organización en la vida nunca va mal

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    1. Me encantaría conocerte. Yo también soy así, pero quiero cambiar. Un abrazo

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  4. Hola Zarzamora, yo tengo ese ratito, aquí me tienes. Gracias por compartir este post. Una de las cosas que me gusta de la navidad (de las pocas, ay que ser sincera) es que esta llena de buenos propósitos, yo por ejemplo me he propuesto leer unos cuantos libros, estaría bien, tengo tantos sin leer en mis estanterías y no se para cuando lo voy a dejar. Montarte en un tren, tranvia, bus y observar el mundo que te rodea es muy interesante, o pasear y observarlo escuchando el bombeo de tu corazón; he aprendido a escucharlo cuando quiero dejar mi mente de lado, a veces me ocupa demasiado la atención. Hablar con la gente es interesante cuando merece la pena la gente, a veces, como comentas de tus clientes, la gente anónima, desconocida, puede resultar muy interesante, hay todo un mundo detrás de cada una de ellas. La organización forma parte de una forma de ser, yo soy organizada, y ella me hace descubrir también todo lo que se puede hacer en un día, muchísimas, son 24 horas, si 8 quitamos para trabajo, 8 para dormir (quien tiene la suerte de hacerlo) 4 (exagerando) para comer y demás (aseo etc) quedan cuatro para hacer lo que te de la gana y si se quiere dan mucho de sí, jeje. Bueno Zarzamora, todo esto para dejarte mis buenos deseos para el próximo año, nunca es tarde para ellos. Un abrazo fuerte

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    1. La verdad es que no es incompatible la organización con llevar una vida más "lenta" Felices fiestas

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  5. Hola Zarzamora, hay que empezar a disfrutar de las pequeñas cosas como tomar café y charlar con amigas o dedicarte a cuidar tu cuerpo y mente sin prisas, de vez en cuando hay que dejarse llevar. Un abrazo y Feliz Año Nuevo

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    1. Estoy muy de acuerdo contigo. Gracias por pasarte por aquí y feliz año nuevo.

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  6. Felices fiestas Zarzamora. Disfruta de esos excelentes propósitos que te has marcado. Con prisa o sin ella, intentaré visitarte siempre que pueda. Abrazos. ;D

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  7. Muy feliz nuevo año. Qué se cumplan todos nuestros buenos propósitos. Un abrazo.

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  8. Pues yo soy de perder el tiempo, y la experiencia que proporciona la edad me ha hecho darme cuenta que ha sido la mejor inversión de mi vida. Pues ya hay momentos obligados por esta sociedad competitiva, que nos da sobradas razones para correr frenéticamente y sin razón aparente.
    Cuando digo "perder" no se trata de estar ausente de las tareas. Más bien se trata de invertir ese tiempo en cosas que te proporcionen placer y felicidad. leer, escribir, hacer bricolaje o manualidades, oír música, visionar una película y naturalmente compartir todo con las personas más queridas.Eso es ganar tiempo.
    Tus deseos de felicidad los acepto y te remito con igual fuerza los míos.
    Que de vez en vez nos sigamos leyendo.
    Un abrazo.

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  9. hola! seras nuestro nuevo blog a seguir, y nos parece fantastico!!!! feliz año nuevo, te compartimos en la morada del buho lector y feliz añooooo!!

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    1. Me encanta que os guste el blog. Me pasaré por el vuestro. Nos leemos. Un abrazo

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