viernes, 26 de junio de 2015

Paréntesis turco

He disfrutado de unos cuantos días alejada de mi rutina laboral, sin  que Augusto, el director, me llamara a su despacho, sin desquiciarme cuando veo cómo se entretiene con el móvil Maripi Jalón (Maripija), sin desesperarme al ver cómo Ángel es, no un empleado, sino un secretario servil para algunos clientes.
Castillo "troglodita" de Uchisar. Antiguamente la gente vivía en las cuevas de su interior.

He ido a Turquía en un viaje organizado y he tenido otras rutinas. El otro día, ya de vuelta, sobrevolaba el Mediterráneo agradablemente sola, junto a una pareja con la que no entablé ninguna conversación. Al facturar nos habían dispersado a casi todos los miembros del grupo. Un poco adormecida por el tranquilizante que, precavida, me había tomado antes de embarcar, oía a mis compañeros de viaje y sus voces eran como una nana arrulladora. 
Volando sobre nubes blandas que hubiera deseado usar de colchón, con los últimos rayos de sol iluminando el pollo de la bandeja de la cena, arropada con el zumbido del avión, soñolienta, pensaba en los días pasados.

Museo al aire libre de Goreme, con multitud de iglesias excavadas en la roca. Algunas de ellas, como la Iglesia Oscura (Karanlil Kilise), con frescos en bastante buen estado.  

Habíamos compartido muchos momentos un buen número de personas. Cada uno con nuestras rarezas, virtudes, simpatía, introversión... Unidos por efecto del turismo en un microcosmos que se desplazaba en autobús. Cada cual con sus expectativas a cuestas, siguiendo ordenada, caóticamente a veces, al guía encargado de mostrarnos un poco de su país, que contaba y recontaba en el autobús para asegurarse de que nadie se había quedado por el camino. 


Un viaje de altura en la Capadocia. Una hora rodeada de globos que se pasó... volando.

Al igual que en la sucursal se repiten las tipologías de clientes (el cordial, el protestón, el agarrado, el prepotente, el humilde...) lo mismo pasa en los viajes en grupo. Y los tipos son similares. Los mayoritarios son los simpáticos, cordiales, integradores, porque todos queremos que los demás vean lo mejor de nosotros. También tenemos a los independientes, que van a lo suyo y, en ocasiones, se apartan de la grey para ir por libre. 
"Chimeneas de hadas"originadas por la erosión. Suelen formarse por una gran columna de roca débil con una cima de roca más resistente.


Castillos de algodón de Pamukale: pozas de aguas termales y sedimentos volcánicos que dotan al paisaje de ese aspecto algodonoso.


Los hay adaptables y optimistas, que siempre ven perfecto el hotel, la comida, las visitas. Todo. Y los que tienen la queja colgada de los labios y a cada momento echan de menos las ventajas culinarias y de otro tipo de la patria momentáneamente lejana. Muchos de estos últimos, a la pregunta cortés de Where are you from? en lugar de contestar Spain, detallan con pelos y señales hasta el barrio en que viven. ¡Cómo si a un turco le importara que uno es de Zancajo de las Torres!

Tetrapilon, entrada principal a la antigua ciudad romana de Afrodisias, dedicada a la diosa del amor, Afrodita.

La forma física es muy importante en estos viajes. Muchos disfrutan simplemente desplazándose en autobús. Detallan sus molestias (sobrevenidas en el viaje o que ya acarreaban en la maleta) a los compañeros de ruta, y son felices con un refresco al lado del bus, en una sombrita. Se les hacen pesadas caminatas de más de diez minutos. Luego están los todo terreno, andarines cien por cien, que llegan al hotel, cenan, y vuelven a salir a patear y conocer los alrededores para exprimir y aprovechar al máximo el viaje. Suelen ir cerca del guía o, a veces, le adelantan.

Casa de la Virgen María en Éfeso. Se dice que fue allí con Juan el Evangelista, tras la crucifixión de su hijo Jesús.

Los copiones. Quieren sacar la misma foto que han hecho otros, comprar el mismo recuerdo. Siempre, siempre, les parece lo más bonito lo de los demás. 

Lo de las fotos es un no parar. Como ahora es tan fácil hacerlas, todos corremos el riesgo de ver los lugares a través del objetivo y no disfrutar del momento. Esto es muy habitual en estos "circuitos" en que los guías meten mucha prisa porque tienen los tiempos muy cronometrados. Si no hay fotos no podrás presumir adecuadamente de tu viaje. Si hay demasiadas y decides enseñarlas a tus amistades sin una mínima selección, corres el riesgo de quedarte sin amigos. Hay poco tiempo, el guía se marcha y nuestro afán de turista es disparar y disparar. ¡Lástima que siempre se cuelan los mismos en los ángulos de las fotos! Los llamaremos los "intrusos". Sin la más mínima delicadeza, pasan una y otra vez por delante de las cámaras ajenas, estropeando el enfoque que el fotógrafo aficionado creía perfecto.

Ruinas de la biblioteca de Celso en Éfeso, importante puerto comercial, centro religioso y cultural. Ciudad visitada por San Pablo.

Cuando hay mayoría de mujeres en estos circuitos, las compras son casi un atractivo mayor que el conocimiento cultural del país. Lo que cuenta el guía se puede olvidar. De hecho se olvidará pronto, pero las suaves pashminas, las olorosas especias, las azules turquesas, los bolsos de cuero, los ojos turcos de la suerte, adornarán nuestra persona o nuestras vitrinas durante mucho más tiempo. 

Mezquita Azul en Estambul

El turista se crea absurdas obligaciones de regalo y muchas veces compramos al tun-tun para compañeros, amigos y familiares hasta de tercer grado. Pequeños obsequios que acabarán en cualquier rastrillo o en el fondo de algún cajón. ¡Pero qué felices hemos sido rebuscando en los mercadillos y liándonos con los cambios de la moneda! Os confesaré que he caído en este absurdo y he llevado unos regalitos -baratos, eso sí- a todos mis compañeros. Incluido el director, que me lo ha agradecido mucho. ¡Ay, si es que yo también soy muy previsible!

Al fondo, Santa Sofía. Un poco decepcionante su interior con andamios.

La vida del turista es muy sacrificada. Hacer y deshacer maletas. Madrugar incluso más que cuando vamos a trabajar. Cambiar de comidas, de colchón y de almohada. Yo he estado tan ocupada, viendo tanto, tan alejada de mi día a día, que no he tenido ni un pensamiento laboral, ni una preocupación. Y eso siempre es bueno.


Cuerno de Oro y Canal del Bósforo, que une el mar de Mármara con el Mar Negro y separa el Estambul europeo del asiático. Estambul está en dos continentes.

Os he intercalado algunas fotos de los lugares que más me han gustado. Pocas, para no aburrir. A pesar de este análisis exagerado y en tono de broma, he disfrutado muchísimo con la compañía, la charla y la simpatía de mis compañeros de viaje. Porque, pese a todos nuestros defectos, en los viajes, en el trabajo, en la vida, siempre abundan más las buenas personas.

6 comentarios:

  1. Genial, Zarzamora. Qué gran descripción de lo que somos en los viajes. Me has hecho recordar el mío propio por aquellas tierras. Aunque yo lo hice con amigos y por nuestra cuenta, cada uno interpretamos esos papeles en algún momento a lo largo del viaje. Preciosas fotos, por cierto. Abrazos.

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  2. También tiene sus ventajas el viaje organizado. Te dan casi todo hecho y te llevan a los lugares más importantes. Me alegra que te hayan gustado las fotos. Un abrazo.

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  3. Zarzamora... he descubierto recientemente tu blog y debo reconocer que me resulta "distinto" a todos, por tu forma ágil y un poco ácida de escribir. Que manera tan bonita de criticar sin ofender. Me ha gustado tu viaje por Turquía, es más, parecía como que yo mismo hubiera formado parte del mismo. ¿Quién sería yo? El optimista, el adaptable, el que va “a su bola” el quejita, el andarín… El comprador y devorador de mercadillos... ese seguro que NO. Gracias por ayudarme a conocerme y reconocerme Zarzamora. Te sigo cada día. Un abrazo

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    1. Muchas gracias por tu opinión querido anónimo. Me encanta tener nuevos seguidores y que comenten. La verdad es que los comentarios animan muchísimo a seguir escribiendo. ¡Cada vez me vais poniendo el listón más alto! Y gracias por tu frase de "criticar sin ofender". Eres muy benévolo. Yo soy más dura conmigo misma y a veces creo que me paso un poco. En fin...son licencias "literarias" Un abrazo.

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  4. ¡Qué bonito viaje!

    Narrado con un texto tan agradable de leer y una docena de preciosas fotos, cada una con su pie explicativo.

    Al leerlo se siente una transportada a Turquía. Me ha gustado mucho. Te felicito Zarzamora.

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    1. Me alegro que te hayan gustado las fotos. Es muy sintético todo el aspecto turístico que aporto. Me centro un poco más en las vivencias. Para desmarcarme de los blogs de viajes. Muchas gracias por tu comentario, espero que me sigas leyendo. Un abrazo.

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