miércoles, 30 de abril de 2014

Divergente

"Lo que te hace diferente, te hace peligroso"
                          
Esa es la frase que, en el cartel anunciador, intenta atrapar al posible espectador. Eso, y el comentario acerca de que es similar a "Los juegos del hambre".

                                         

Ayer vi el anuncio y lo comenté con mi hija, por si íbamos las dos a ver la película. Pero ella quiere leer antes el libro, que parece que es el primero de una trilogía de la escritora Verónica Roth: Divergente, Insurgent (Insurgente) y Allegiant (Fiel). Así que mi marido cogió onda y, aprovechando que hoy los dos teníamos vacaciones, me ha sorprendido llevándome a ver la película.

La película, al igual que tantas otras, es una distopía, presenta un mundo futuro imaginario que, desde la perspectiva actual, al menos desde la mía, es indeseable.

Os resumo a grandes rasgos de qué va, pero tranquilos, que no voy a revelar nada que os haga odiarme.

Chicago ha sobrevivido a una gran guerra y ha quedado bastante destrozada. Se ha organizado en cinco "secciones": Verdad, Cordialidad, Erudición, Abnegación y Osadía. Cada una cumple su papel en el conjunto y así funciona armónicamente la sociedad. Los osados, por ejemplo, defienden a la población, los abnegados hacen el bien, preocupándose por el bienestar general y son los que gobiernan.

                                    

Cuando los jóvenes llegan a la mayoría de edad les hacen una prueba para ver en qué grupo pueden encajar mejor. Luego, ellos tienen libertad para ir a ese o a otro. Normalmente, ellos eligen el grupo del que proceden. Será por eso de que la tradición y la familia tiran mucho.

                  
 

Beatriz y su hermano pertenecen al grupo de los abnegados. El día de la prueba, a Beatriz, como al resto de jóvenes, le hacen beber un brebaje que la sumirá en una especie de sueño en el que se enfrentará a sus miedos. La "analista" puede ver sus reacciones como si asistiera a una proyección cinematográfica, y se asusta con lo que observa. No es capaz de decidir a qué grupo debe pertenecer. Es una divergente, tiene un poco de todos. Le recomienda que elija su grupo familiar: Abnegación.
                              
Beatriz (Tris) en la prueba.

                               

Beatriz sorprende a su familia eligiendo a Osadía como grupo de pertenencia. Cuatro será el instructor de los "osados" que no lo son por nacimiento, sino que  provienen de otros grupos. Y ahí empieza la aventura, con una mezcla de dudas, pruebas, dureza, afán de superación, amistad, una conspiración de fondo... En fin, como la vida laboral, pero visual y argumentalmente, mucho más atractivo. Y con protagonistas más jóvenes y guapos que los que encontramos en cualquier centro de trabajo. 

                    
 

Tiene muchas similitudes con "Los juegos del hambre". Para empezar, ambas películas (o libros) muestran una sociedad distópica cuyo origen es una guerra a gran escala que tuvo lugar hace años. Esa sociedad está muy compartimentada (distritos en "Los juegos del Hambre", facciones aquí). En "Divergente" es posible el flujo de una a otra sección y, cada grupo es feliz con lo que hace porque es lo que más se adapta a sus características.

Otro de los parecidos es la importancia del tren. Un tren lujoso recorre los distritos en "Los juegos del hambre", un tren de carga al que los osados suben en marcha, recorre la ciudad.

La vestimenta cambia según el grupo. Los abnegados tienen prendas pardas, grises, con cierto toque de estética "amish". Ellas llevan moños, faldas amplias y botas cómodas. Los espejos los usan en contadas ocasiones, porque son síntoma de vanidad. Los osados visten de negro, con prendas ajustadas y cómodas y les gustan los tatuajes. En esta película no veremos el despliegue colorista y extravagante de los habitantes del Capitolio de "Los juegos del hambre"

                                    

Han sido dos horas y media de película que he disfrutado, aunque en algunos momentos hubiera escenas de acción que se me hacían un poco repetitivas. Es una película que creo que gustará a los jóvenes, más a las chicas que a los chicos, por algo la protagonista es mujer, y cuyos  mensajes son universales:

*¡Qué difícil es elegir! 
*Es complicado saber si se ha elegido correctamente.
*Salirse del grupo, ser diferente -y saberlo- puede acarrear dificultades.

Mensajes que son de aplicación a los 18 o a los 40 años, a la hora de elegir estudios o cuando se encauza la vida profesional. Y lo peor es si en la vida real pasa cómo en la película: cuando alguien no encaja en el grupo que ha elegido, o se va, o le echan. En ambos casos acabará en el grupo de los marginados. En fin, recordemos que la película es una distopía. Vivimos en un mundo más humano ¿O no?


6 comentarios:

  1. Esperemos que estas sociedades del futuro que nos plantean los directores (casi siempre estadounidenses) no lleguen nunca a ser reales por el bien de todos....Porque parecen ser siempre fruto de un gran desastre,y porque los estándares, escalafones y jerarquías se mantienen;el mismo perro con distinto collar.....Me viene a la memoria el conocido libro -Rebelión en la granja-
    Besos

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    1. Sí, los ingredientes no varían: Desastre, clases sociales bien diferenciadas, rebelión para intentar cambiar las cosas. Un saludo.

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  2. Muy buena pregunta la tuya; me gustaría saber la respuesta. Abrazos.

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    1. Sí, me llamó la atención ese mundo de "parias" que no han sido aceptados en los grupos. O eliges bien o te echan. Esto se ve sólo de refilón. No sé si en el libro se explica más. Un abrazo.

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  3. En nuestro mundo las cosas no están tan claramente segmentadas como en la película, pero también hay facciones de todo tipo: ricos, pobres, guapos, feos, gestores, mindundis, libres, sometidos, saludables, enfermos, etc. Todo con sus múltiples gradaciones, claro.

    A veces se puede cambiar de facción voluntariamente, tal vez con cierto esfuerzo, otras veces nos obligan a cambiar sin querer nosotros (los nacionalismos separatistas son especialistas en hacer esto al igual que ciertos regímenes totalitarios).

    A veces el cambio, voluntario o no, nos agrada y otras nos incomoda incluso aunque lo hayamos elegido nosotros. Porque en ocasiones se eligen cambios de facción, no por gusto propio, sino porque sentimos que eso es lo que tenemos que hacer para no ser considerados unos perdedores. En el mundo laboral hay demasiada gente amargada e incompetente en cargos directivos que habría sido más feliz y útil manteniéndose en puestos de la capa mindundi.

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  4. Muy buen comentario Zarzamora. Me gusta mucho tu resumen y comparación con "Los juegos del hambre". Yo también vi la película con mi esposa. Me gustó mucho , sin embargo, al caer por casualidad en mi pantalla tu resumen, creo que la entiendo mejor que antes. ¡Qué bien te expresas!. Me gustan tus escritos.

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