Mi hija y yo llevábamos un tiempo interesadas en ver el musical
“El rey León”, pero por unas cosas y por otras
(clases en el instituto, precios, problemas para comprar las entradas
por internet) lo habíamos ido dejando. Finalmente ella me dijo que le venía
bien un viernes y que mejor fuéramos a ver “Hoy no me puedo
levantar”, que posiblemente tendría más oferta de entradas.
Varias semanas antes fui a la taquilla del teatro y compré dos entradas a 72 euros. Cuando me cobraron 72 euros por unas entradas anunciadas a 70 allí mismo, me quedé muy sorprendida. Me explicaron que eran “gastos de gestión de taquilla”. Me conformé algo cuando supe que lo más barato, a pesar de esos gastos de gestión, era comprarlas en la taquilla. Si las compras por Internet, aparte de los distintos grados de desesperación que puede causarte ese lío de precios, situación de las butacas y horarios, luego, al final, te encuentras con la sorpresa de un cargo extra de 8 euros (sí, creo que eran 8) por gastos de gestión de esa compra por Internet que te has gestionado tú solito.
Varias semanas antes fui a la taquilla del teatro y compré dos entradas a 72 euros. Cuando me cobraron 72 euros por unas entradas anunciadas a 70 allí mismo, me quedé muy sorprendida. Me explicaron que eran “gastos de gestión de taquilla”. Me conformé algo cuando supe que lo más barato, a pesar de esos gastos de gestión, era comprarlas en la taquilla. Si las compras por Internet, aparte de los distintos grados de desesperación que puede causarte ese lío de precios, situación de las butacas y horarios, luego, al final, te encuentras con la sorpresa de un cargo extra de 8 euros (sí, creo que eran 8) por gastos de gestión de esa compra por Internet que te has gestionado tú solito.
Mis butacas eran de Club preferente en la segunda fila y
debo decir que se veía todo perfectamente. Quizá la vista fuera más completa
que en el patio de butacas porque había muchas escenas en que los juegos de
luces se extendían por los laterales del teatro, no solo por el escenario.
Además no teníamos ninguna cabeza delante. El espacio para piernas era un poco
reducido. Con 1,65 de estatura yo tenía dificultades si las quería cruzar. Pero
eso pasa en casi todos los teatros. La temperatura era buena para estar con
camisa. Los jerseys sobraban. Y me imagino que cuanto más arriba más sobrarían.
Y tras este preámbulo os hablo del espectáculo.
Argumento:
Dos chicos de pueblo, Mario Postigo (sí, el nombre es el del
protagonista de la canción “Cruz de navajas”, pero que no os influya lo que
dice la canción; suena en la obra, pero
no viene a cuento de nada) y Colate deciden ir a Madrid a probar suerte como
cantantes.
Recalan en el bar “El 33” (nuevo guiño a “Cruz de navajas”).
Allí trabajan como camareros y comienzan a ensayar. Conocen a Guillermo (gay) y
a Panchi (punki) y con ellos forman un grupo al que llamarán “Rulé”. El grupo
ganará un concurso y les fichará la CBS. Cada uno digerirá la fama de una
manera.
Hay enamoramientos, desenamoramientos, coqueteos con la
droga, fiestas, ambiciones, amistad… Todo ello encuadrado en la década de los
80. Se hace alguna mención histórica al 23-F, a la recién descubierta
enfermedad del Sida… Pero salvo porque lo dicen, la trama podría situarse en
cualquier década.
Yo ya tenía mis años en los 80 y recuerdo que las chicas
llevábamos hombreras descomunales que ahora me parecen espantosas, jerseys con
mangas murciélago, camisas anchas, cinturones a la cadera, leggins con “pedal”
que se enganchaba en los pies para que el pantalón quedara estiradito. Estos
leggins se popularizaron mucho, comenzaron usándolos las jóvenes, pero luego
los llevaba la tía Manuela para hacer la compra y la abuela Luisa para bajar la
basura. Salvo que se llevaran con un jersey o blusa larga, no sé si por los
leggins o por las bragas de la época, marcaban todo lo marcable.
Esto lo digo porque la ropa ochentina no la recuerdo como
demasiado bonita y, en la obra no hay nada que recuerde a los ropajes que
llevábamos en esa época. Salvo los pantalones de pana de los protagonistas
cuando salen del pueblo, las demás ropas podrían verse ahora en pleno siglo
XXI. El cuerpo de baile llevaba pantaloncitos extra cortos que son actuales, y la
chica protagonista, María (sí, también aparece su nombre en “Cruz de navajas”)
llevaba unos vestidos monísimos que ya querría yo para mi vestuario actual.
La obra se divide en dos partes con un descanso de 20
minutos. En total estuvimos en el teatro desde las 18:00 hasta las 21:30. El
comienzo fue espectacular, con la sintonía de “Hoy no me puedo levantar”, pero
en general la primera parte se me hizo un pelín larga. A mí me pareció que le
sobraba diálogo y le faltaban canciones. La segunda parte me pareció mucho más
espectacular. Pero claro, eso va en gustos. A mi hija, le gustó casi más la
primera parte.
En general las canciones están bien integradas en la obra.
Os enumero algunas de las que recuerdo. A lo mejor no digo bien el título,
porque me suenan muchas canciones de Mecano, pero no sé si el título que yo le
doy es el correcto:
Hawai, Bombay (salen las bailarinas con unos bikinis muy actuales). Sombra aquí, sombra allí (para el cambio de aspecto de los protagonistas). Quiero vivir en la ciudad (llegada a Madrid). En tu fiesta me colé. Barco a Venus. Perdido en mi habitación (estas dos relacionadas con el mundo de las drogas). Lía (yo pensaba que esta canción era de Ana Belén). Año Nuevo en la Puerta del Sol. Me cuesta tanto olvidarte. No es serio este cementerio.
Hawai, Bombay (salen las bailarinas con unos bikinis muy actuales). Sombra aquí, sombra allí (para el cambio de aspecto de los protagonistas). Quiero vivir en la ciudad (llegada a Madrid). En tu fiesta me colé. Barco a Venus. Perdido en mi habitación (estas dos relacionadas con el mundo de las drogas). Lía (yo pensaba que esta canción era de Ana Belén). Año Nuevo en la Puerta del Sol. Me cuesta tanto olvidarte. No es serio este cementerio.
Lo que me gustó
menos
Sale un gay, lo cual no es ninguna novedad. Parece que
cualquier espectáculo actual tiene que introducir un gay entre los actores.
Pero no es un gay de verdad, es un actor que hace de gay, con todos los
tipismos del homosexual, para hacer reír
al público. El actor actuaba bien. De hecho fue uno de los más aplaudidos. Pero
si yo fuera homosexual me disgustaría verme siempre tratado de la misma manera
en los espectáculos.
Y la letra de la canción “Lía”, que antes he mencionado, no
la soporto. Puede haber multitud de canciones de amor, pero si una canción dice
“líame a la pata de la cama” eso no es amor, eso es dominación.
El actor protagonista es Daniel Diges y en nuestra sesión,
quizá por ser de tarde, nos tocó al sustituto.
Yo no soy experta en música, pero lo que notaba era que muchas veces no
entendía las letras (a pesar de sonarme mucho la música de Mecano) y tenía la
sensación de que los actores se desgañitaban cantando, que no estaban cómodos.
Ya me aclaró mi hija que cuando oyes música en directo no sueles entender lo
que dicen.
Lo que me gustó
más
La espectacularidad de las escenas, con proyecciones,
cambios de decorados constantes, subidas y bajadas de algunos personajes,
extensión del escenario a los laterales.
Uno de los personajes se mete en el mundo de la drogadicción
y el actor borda el papel. La forma de hablar, de moverse, va evolucionando
hacia el “abismo” de forma espectacular.
Los números de baile más grupales eran los que más me
gustaban. Destacaría el baile en la Puerta del Sol y el del Cementerio. La
escena onírica surrealista en la que aparece Dalí también es buenísima.
Y lo mejor de todo es que a mi hija le gustó la obra mucho
más que a mí. A pesar de no conocer apenas a Mecano y de no haber vivido en los
80.
Soy fan de este musical y al leer tu post me da la sensación de no haber visto el mismo. Es cierto que hay actores sustitutos y yo tuve la suerte de verlo la primera vez con los originales, digo la primera porque lo he visto dos veces. La primera en Madrid y la segunda en Alicante. Yo lo disfurté un montón, casi te diría que lo viví y el público también, la gente se levantaba y se ponía a cantar, había un ambiente genial. Por eso cuando vinieron a Alicante repetí, pero no fue igual, fue más flojo, otros actores y la gente muy comedida..
ResponderEliminarLos leggins de pedal que dices en Valencia que ta,bien estaban muy de moda en esa época se llamaban "fusó", nosotras decíamos "me voy a poner el fusó lila con un suéter verde" y así salía os a la calle, yo los llevaba cuando iba a cole jajaja. Besos!
Pues no sé si será el mismo. Éste musical fue estrenado en Madrid en septiembre y, por lo que he visto en Internet, Nacho Cano está muy cabreado porque han desvirtuado su obra. De hecho, el nombre de Mecano no aparece por ningún lado, salvo en una escena urbana en que se lee Meccano (con dos ces), pero al revés. El nombre da la espalda al público. Debe de haber malos rollos entre los hermanos Cano. José María sí ha participado en éste y a Nacho no le han dejado. Yo no sé si el argumento que tú viste fue parecido a éste o completamente diferente. Un abrazo.
EliminarEl argumento es el mismo pero yo lo vi ya hace un par de años así que ahora me quedo con la duda, lo mismo cada hermano ha hecho uno distinto
Eliminar, aunque es raro teniendo el mismo argumento.
Hola Zarzamora.
ResponderEliminarEl resumen de la obra me ha gustado mucho. Ahora me parece atractiva y me gustaría verla. Al menos deberían devolverte los dos euros por la buena publicidad que le hace a la obra tu relato.
Es verdad, deberían hacer rebaja a los que comentamos en los blogs. Además solemos hacer mejores comentarios, y más completos, que muchos críticos bien pagados de periódicos o radios. Un abrazo y anímate a verla, aunque me han dicho que El Rey León sigue siendo la mejor. A ver si ahorro para llevarme a mi hija también a esta.
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