La siembra

Quizá el título pueda llevaros a error. No voy a hablar de jardines, ni de horticultura, ni de macetas varias. Eso le gusta más a mi marido, sobre todo en estos días primaverales. Se trata de otro tipo de "siembra", que hacen algunos timadores junto a los cajeros automáticos.

Yo ni siquiera sabía que ese timo se llamaba así. Me enteré el otro día cuando, en un periódico leí: "Detenida una banda de timadores que actuaban en los cajeros automáticos utilizando el método de la siembra".

                                     


Enseguida pensé que posiblemente esa misma banda era la que había sacado unos 900 euros de la cuenta de una de las clientes del Banco: Inocencia.

Inocencia fue a sacar dinero de un cajero situado en una zona concurrida de la ciudad, con más cajeros de otras entidades en las inmediaciones. No vio nada sospechoso y metió la tarjeta, tecleó su código y guardó los 40 euros. En ese momento un señor bien vestido, muy amablemente le indicó que en el suelo había 10 euros que se le habían caído.

Inocencia no sabía que pensar. No podían ser de los que le había dado el cajero, pues eran dos billetes de 20. Dudaba. Otro señor, también muy educado, corroboró lo que decía el primero. 

- Sí señora, creo que se le han caído del monedero cuando sacaba la tarjeta.

Tanto insistieron que Inocencia cogió los 10 euros del suelo y se los guardó. Y retiró la tarjeta del cajero. Aparentemente, la suya. 

Al día siguiente, domingo, se le ocurrió mirar sus cuentas por Internet, porque aunque Inocencia ya está jubilada, es una señora mayor tecnológicamente avanzada. Se sorprendió cuando vio que el sábado habían sacado 900 euros de su cuenta, en tres extracciones de 300. Rápidamente llamó a la Banca telefónica y bloquearon su tarjeta. 

Su sorpresa fue grande cuando, al sacar la tarjeta del monedero para dar la numeración a la señorita que amablemente la atendía, vio que ¡no era la suya!. Era la de una desconocida, pero como era del mismo Banco, el aspecto exterior era el mismo y ella no se había dado cuenta hasta ahora. Esa tarjeta estaba denunciada por robo.

Ella estaba sorprendida por varias cosas:

-Habían averiguado su clave mientras la marcaba, pese a que ella es corpulenta y siempre procura teclearla con discreción.

-Mientras recogía la "siembra", ese billete de 10 euros que lanzaron como cebo, habían sacado su tarjeta de la ranura del cajero y la habían sustituido por la otra. Y ella no había notado nada en absoluto.

Inocencia denunció el caso. Ha traído al Banco la denuncia, en comisaría ha identificado a uno de los timadores, que debía estar ya súper fichado. Y ahora...espera a ver si le devuelven los 900 euros.

No creo que el Banco se lo devuelva, porque al ser una operación hecha con la clave personal de la cliente, alega que "no ha habido una suficiente diligencia en la custodia de la clave personal". No contempla que existan estos malabaristas del timo y prestidigitadores del engaño. Es como si a uno le roban el dinero a la salida del Banco. Mala suerte, el Banco no devuelve nada.

Yo os doy unos consejos para minimizar en lo posible las consecuencias si os roban la tarjeta.

-Ajustad los límites de la tarjeta a vuestras necesidades. Por defecto, muchas tarjetas de débito de clientes solventes, permiten sacar 900 euros cada día y comprar por valor de 3.000 euros semanalmente, si hay dinero en cuenta. Si nunca vas a necesitar esas cantidades, di en tu Banco que te pongan unos límites inferiores. Si te roban, te sacarán menos dinero.

-Vigilad que no haya nadie sospechoso cerca y cubrid bien las teclas para que nadie pueda ver el número que marcáis. Y no atendáis a las palabras de nadie hasta no haber guardado dinero y tarjeta en el bolso. 

-Si tenéis más de 60 años, sois los objetivos preferidos de estas bandas. Mejor sacad el dinero dentro de las sucursales o en compañía de algún familiar.

-Hay quien se asusta si tiene que sacar dinero en cajeros solitarios, pero estas bandas suelen actuar en lugares concurridos, con muchos Bancos. En cuanto roban una tarjeta, se la pasan a otro compinche y van al Banco de la otra esquina y de ése al de la manzana de al lado. Por rápido que el timado se percate de la situación, mientras denuncia telefónicamente  o entra en su entidad bancaria, a los ladrones les ha dado tiempo a sacarle el máximo posible.  

Y por último, ya sé que puede parecer absurdo, pero mi experiencia me dice que los que tienen problemas con las tarjetas, no tienen un sólo problema, tienen muchos, es como si ejercieran una atracción fatal para las pérdidas, las roturas, las estafas en Internet...

Y hay gente a la que su tarjeta le dura intacta los cuatro años de rigor, paga a través de Internet sin problemas, ni se la roban ni la extravía.

Inocencia es la primera vez que ha tenido problemas, espero que no sea el inicio de su paso al grupo de los "gafados".